guarda todo en un ropero
en cajas y cajitas de madera
etiquetadas con colores
lágrimas
suspiros
caricias
abrazos y perdones en perchas
no regala ni el sudor de las manos
anda seca de pies a cabeza
a veces se pone los tacos y sale
el reproche nomás se le anima
y se clava en la primer baldosa rota que encuentra.